10 diferencias entre peligro y riesgo: cómo evaluar operaciones industriales

¿Cuál es la diferencia entre un peligro y un riesgo? Navegar por estos conceptos es crucial para una gestión efectiva de HSE, aunque a menudo se confunden.
Diferenciar ambos términos es clave para gestionar la salud y seguridad en las operaciones industriales, ya que identificar los peligros es esencial para realizar una evaluación de riesgos laborales.
Hemos preparado esta guía para ayudarte a comprender las diferencias entre ambos conceptos, permitiéndote usarlos para mejorar la seguridad en tus instalaciones industriales.
Diferencia 1: naturaleza de los peligros vs. riesgos
Un peligro se define como una fuente potencial de daño, e incluye sustancias, eventos o circunstancias con la capacidad de causar daño a la salud, la vida o la propiedad. Por ejemplo, en un entorno industrial, los peligros podrían ser vehículos, maquinaria o charcos de agua.
En cambio, un riesgo es la probabilidad de que ocurra un daño o efecto negativo. En términos más simples, un peligro tiene el potencial de causar daño, mientras que el riesgo es la probabilidad de que ese daño ocurra.
Los peligros en sí mismos no son riesgos, pero los generan. Por ejemplo, las escaleras en una instalación industrial son un peligro, mientras que el riesgo es la posibilidad de que alguien se caiga. En una empresa química, una sustancia tóxica es un peligro, y el riesgo sería la inhalación por parte del personal en caso de una fuga de gas.
Diferencia 2: métodos de evaluación

Ahora que hemos aclarado la diferente naturaleza de los peligros y riesgos, veamos cómo podemos evaluar cada uno de ellos:
Identificación de peligros
En cualquier lugar de trabajo, pero especialmente en un entorno industrial, las inspecciones de salud y seguridad enfocadas en la identificación de peligros deben realizarse regularmente. Estas inspecciones deben considerar los objetos, actividades y sustancias presentes en cualquier flujo de trabajo actual y futuro, y cómo podrían afectar a aquellos que se encuentran cerca.
Además de identificar los peligros presentes, una inspección ayudará a clasificarlos en dos categorías básicas:
- Peligro agudo: peligros que presentan problemas evidentes y que impactarían de inmediato. Por ejemplo, un derrame de líquido causaría un peligro inmediato de que alguien resbale.
- Peligro crónico: peligros que no son inmediatamente evidentes, cuyos problemas podrían surgir con el tiempo. Por ejemplo, el deterioro gradual de una pieza de maquinaria.
Evaluación de riesgos
Para evaluar cuándo es necesario tomar precauciones, podemos clasificar los riesgos basándonos en una combinación de su probabilidad y la gravedad de un posible resultado adverso:
- Baja probabilidad y consecuencias mínimas resultan en un riesgo muy bajo o bajo, requiriendo solo el mantenimiento de los controles existentes.
- Mayor probabilidad con consecuencias de baja gravedad genera un riesgo medio, lo que hace necesario el desarrollo de un plan de control.
- Una probabilidad media combinada con consecuencias significativas indica un riesgo alto, lo que exige la implementación inmediata de controles.
- Finalmente, cuando la probabilidad es de media a alta, y las consecuencias son significativas o catastróficas, el riesgo es muy alto, lo que obliga a detener inmediatamente toda actividad y a tomar medidas urgentes para eliminar el riesgo.
Diferencia 3: consecuencias potenciales
Como se mencionó anteriormente, la principal diferencia entre peligro y riesgo es que los peligros son fuentes potenciales de daño, mientras que los riesgos implican la probabilidad y la gravedad de que ocurra ese daño.
Una situación peligrosa, como un derrame químico, representa un peligro inherente. Sin embargo, el riesgo depende de factores como las medidas de seguridad. Por otro lado, una tubería de gas mal mantenida representa tanto un peligro como un alto riesgo debido a posibles explosiones, lo que enfatiza que los peligros por sí solos no determinan los resultados; las medidas de mitigación y la exposición juegan un papel crucial en la determinación de las consecuencias reales.
Diferencia 4: gestión organizacional

Las organizaciones emplean enfoques distintos para gestionar peligros y riesgos. Los peligros, como la maquinaria del lugar de trabajo o las sustancias químicas, se mitigan mediante medidas preventivas como el mantenimiento de equipos y la capacitación en seguridad. Los riesgos, por otro lado, se abordan a través de evaluaciones de riesgos y la implementación de medidas de control.
Las estrategias pueden incluir la introducción de protocolos de seguridad, el suministro de equipo de protección personal y el fomento de una cultura de conciencia sobre la seguridad. Al identificar, evaluar y mitigar sistemáticamente tanto los peligros como los riesgos asociados, tu organización puede cultivar un entorno seguro, protegiendo el bienestar de los empleados y minimizando los posibles impactos adversos.
Diferencia 5: mitigación y reducción de riesgos
Mitigar los peligros y gestionar los riesgos en las organizaciones implica un enfoque multifacético. Como hemos mencionado anteriormente, los peligros se abordan mediante medidas proactivas como el mantenimiento rutinario de equipos y programas integrales de capacitación en seguridad. Mientras tanto, abordar los riesgos implica evaluaciones formales de riesgos sistemáticas, que luego se utilizan para informar e implementar medidas de control. Esto puede incluir la introducción y aplicación de estrictos protocolos de seguridad, el suministro de equipo de protección personal adecuado y el fomento de una cultura de conciencia sobre la seguridad entre los empleados.
Además, las organizaciones pueden emplear técnicas de reducción de riesgos como la planificación de respuesta a emergencias, auditorías de seguridad regulares y procesos de mejora continua. Establecer canales de comunicación claros para reportar peligros y casi accidentes fomenta una cultura de seguridad proactiva. Los programas de capacitación continua mantienen a los empleados informados sobre los riesgos en evolución y los procedimientos de seguridad actualizados.
Al integrar estas estrategias, organizaciones como la tuya pueden crear un entorno de trabajo seguro y fortalecer su resiliencia frente a posibles peligros, promoviendo un enfoque integral de la seguridad en el lugar de trabajo.
Diferencia 6: identificación en el lugar de trabajo
Identificar tanto los peligros como los riesgos en el lugar de trabajo implica un proceso sistemático de observación, análisis y categorización. Los empleados, a menudo a través de inspecciones regulares, pueden contribuir reportando posibles peligros. Esta información luego se evalúa y se utiliza para identificar posibles riesgos mediante metodologías de evaluación de riesgos, considerando factores como la probabilidad y la gravedad mencionadas anteriormente.
Los peligros, como el mal funcionamiento de la maquinaria, se reconocen, se categorizan y se priorizan según el daño potencial que representan. Este enfoque estructurado permite a organizaciones industriales como la tuya implementar medidas de seguridad específicas, fomentando una postura proactiva en la mitigación de riesgos y garantizando un entorno de trabajo más seguro.
Diferencia 7: mecanismos de reporte

No hay duda de que reportar peligros y riesgos es crucial para mantener un lugar de trabajo seguro, más aún cuando hablamos de un entorno industrial.
Los empleados desempeñan un papel vital al reportar de inmediato cualquier peligro potencial a través de los mecanismos establecidos. Para los peligros, esto a menudo implica la comunicación directa con los supervisores o la utilización de sistemas de reporte designados.
Los riesgos, por otro lado, se identifican típicamente a través de procesos formales de evaluación de riesgos, donde mecanismos de reporte exhaustivos, como registros de riesgos o sistemas de reporte de incidentes, permiten una evaluación sistemática.
El reporte oportuno y preciso permite a las organizaciones abordar proactivamente las preocupaciones, implementar intervenciones específicas y mantener una cultura de seguridad, asegurando en última instancia el bienestar de los empleados y la integridad de las operaciones.
Diferencia 8: marcos regulatorios
Las industrias se adhieren a regulaciones y estándares estrictos que gobiernan los peligros y riesgos para garantizar el cumplimiento legal y la integridad operativa. Las autoridades establecen directrices para la identificación de peligros, evaluaciones de riesgos y protocolos de seguridad. El incumplimiento puede llevar a sanciones, consecuencias legales y daños a la reputación.
Cumplir con estos estándares no solo protege a los empleados, sino que también establece una base para prácticas comerciales sostenibles y responsables, alineando a las industrias con los requisitos legales y las expectativas de la sociedad.
Diferencia 9: capacitación de los empleados
Los programas de capacitación y concienciación son fundamentales para equipar a los empleados para manejar tanto los peligros como los riesgos. Las organizaciones deben realizar sesiones regulares para educar al personal sobre el reconocimiento de peligros, la evaluación de riesgos y las medidas de seguridad adecuadas. Estos programas a menudo incluyen capacitación práctica, simulacros de respuesta a emergencias y la difusión de directrices de seguridad.
Fomentando una cultura de concienciación, los empleados se vuelven expertos en identificar peligros potenciales y en comprender las precauciones necesarias. La educación continua asegura un enfoque proactivo a la seguridad, capacitando a los individuos para contribuir eficazmente a la mitigación de riesgos y creando una fuerza laboral resiliente preparada para enfrentar posibles peligros en el lugar de trabajo.
Diferencia 10: comunicación efectiva

Tal y como hemos mencionado anteriormente, la comunicación efectiva es fundamental para que el lugar de trabajo sea seguro.
Desde la perspectiva del empleador, se pueden utilizar diversos canales, como reuniones regulares de seguridad, señalización y plataformas digitales, para transmitir información. Además, los protocolos de respuesta a emergencias deben comunicarse mediante simulacros y capacitaciones.
En la dirección opuesta, mecanismos claros de reporte para que los empleados planteen inquietudes, junto con la difusión transparente de los resultados de las evaluaciones de riesgos, aseguran una conciencia colectiva.
Este enfoque multifacético fomenta una cultura donde la información fluye sin obstáculos, permitiendo respuestas rápidas a posibles peligros y reforzando un compromiso compartido para mantener un entorno laboral seguro.
En resumen, la principal diferencia entre peligros y riesgos es que, mientras los peligros representan un daño potencial, los riesgos son la probabilidad de que dicho daño ocurra. Ambos conceptos están presentes en el lugar de trabajo y requieren su propia evaluación y métodos de mitigación.
En un entorno industrial, es esencial priorizar la seguridad mediante la identificación de peligros, la evaluación de riesgos y la implementación de medidas preventivas. Empodera a tu equipo para que esté alerta, creando un lugar de trabajo que no solo sea productivo, sino también seguro, e incluye herramientas y soluciones que puedan contribuir a elevar tus estándares de seguridad, como un robot autónomo para inspecciones industriales, que te ayudará a mantener tus instalaciones bajo control y a proteger a tu personal en todo momento.



